La brucelosis es el nombre con el que se conoce la enfermedad infecciosa producida por las bacterias del género brucella.
La brucelosis es una zoonosis propiciada por los animales domésticos como vacas, ovejas, cabras y cerdos. La infección entre ellos es muy contagiosa, principalmente a través de la ingesta de tejidos o leche o mediante transmisión venérea. En España sigue ocupando un lugar destacado entre los países europeos y es la especie B. mellitensis la responsable de prácticamente la totalidad de los casos registrados en nuestro país.
Se trata de una persona en contacto con animales, o con elevada ingesta de tejidos, leche. También podría ser transmitida por enfermedades venéreas. Las personas que desempeñan trabajos en donde frecuentemente tienen contacto con animales o carne, como los trabajadores de los mataderos, los granjeros y los veterinarios, están en mayor riesgo.
Lo más frecuente es la aparición de síntomas generales, entre los que predomina la fiebre, síntomas respiratorios dominados por la tos y síntomas digestivos. Pueden darse casos de hepatomegalia, muchas veces acompañado de un aumento del bazo (esplenomegalia), así como adenopatías palpables.
Las manifestaciones localizadas aparecen por afectación específica de un determinado órgano o tejido. La localización osteoarticular es la más frecuente, principalmente con sacroiletis y/o espondilitis.
La localización neurológica (principalmente meningitis con encefalitis), cardiovascular (endocarditis y pericarditis) representan las formas más graves de la enfermedad.
Los síntomas más habituales son:
Puede conllevar una merma en la vida diaria debido al tratamiento: se trata con antibióticos y puede llevar aparejadas las complicaciones propias de los síntomas que produce, con cierta tendencia a la cronicidad.
Dependen de la evolución de cada persona; en algunos casos, únicamente existe rigidez de la espalda, y en otros llegan a fusionarse las vértebras y a deformarse la columna, con dificultades de movilidad muy severas.
Alguna de las restricciones que una persona afectada de espondilitis anquilosante puede tener para su trabajo son:
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