Resumen de dolencias y repercusiones
La condromalacia rotuliana, también llamada síndrome de dolor femoro-paletar, es una enfermedad degenerativa que consiste en el dolor de rodilla, sobre todo en la parte delantera, que se produce a causa del roce entre la articulación y el fémur debido al desgaste del cartílago situado en la parte inferior de la rótula.
La condromalacia rotuliana es una enfermedad bastante común entre adolescentes y adultos jóvenes, sobre todo aquellos que practican deportes de impacto como futbol, baloncesto, atletismo, tenis o similares. No obstante, debido a que se trata de un desgaste del cartílago, también puede darse el caso de que aparezca en personas de edad más avanzada. En ambos supuestos afecta a un mayor número de mujeres que de hombres.
Además de los deportes de sobrecarga de la rodilla, la condromalacia rotuliana también puede tener origen en otras causas, como fracturas de rótula, degeneración o inmovilización de la articulación. De la misma forma existen factores de riesgo que empeoran o contribuyen a su desarrollo, como son el sobrepeso, la debilidad muscular o el uso de un calzado inadecuado.
La pérdida del cartílago y el consecuente roce de los huesos produce dolor de tipo mecánico, es decir, que empeora con el movimiento de la articulación o articulaciones afectadas y mejora con el reposo, aunque vuelve a aumentar tras el descanso prolongado o inmovilización de la articulación. Algunos de los síntomas más habituales de la condromalacia rotuliana son:
La condromalacia rotuliana repercute en la calidad de vida de la persona afectada, disminuyéndola de una forma muy marcada, ya que experimentara una restricción muy severa, según el grado de la enfermedad, para muchos movimientos, de forma que afectará a muchas actividades básicas que impliquen la flexión de la rodilla, como caminar, subir y bajar escaleras, sentarse…
En lo que se refiere a desempeñar una profesión, la persona afectada de condromalacia rotuliana puede tener restricciones muy importantes. Como por ejemplo: dificultad para la deambulación (sobre todo en terrenos irregulares), dificultad para estar durante mucho tiempo de pie, para sentarse, para levantarse tras permanecer un tiempo sentado, para subir y bajar escaleras, para posturas forzadas y mantenidas, para la posición de cuclillas… en general, la persona afectada estará limitada para cualquier actividad que implique la flexión de la rodilla y, por ende, la utilización de las extremidades inferiores.
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