FATIGA CRÓNICA

Resumen de dolencias y repercusiones

1. Concepto de FATIGA CRÓNICA

Puede definirse como la concurrencia de una fatigabilidad persistente durante un mínimo de seis meses, que se entiende como un agotamiento tanto físico como mental grave por pequeños esfuerzos que no puede atribuirse ni al ejercicio físico ni a otra enfermedad, es decir, es inexplicable. 

2. Perfil de la persona AFECTADA

Suele aparecer en adultos jóvenes y de mediana edad, principalmente mujeres, que pueden tener o no predisposición al trastorno. Influyen otros problemas del sistema inmunitario o desequilibrios hormonales, además de infecciones virales como la provocada por el virus de Epstein-Barr. También puede deberse a un trauma físico o emocional previo. 

3. ¿Qué síntomas puede presentar un afectado? ¿Cómo se manifiestan?

Los síntomas más característicos son: 

  • Fatiga severa, que no mejora con el descanso
  • Debilidad o dolor muscular
  • Agotamiento extremo
  • Malestar post-esfuerzo
  • Sueño no reparador
  • Dolor de garganta
  • Febrícula 
  • Dolor de cabeza
  • Dificultades de memoria y concentración
  • Mareos e inestabilidad


4. ¿Qué repercusiones padece?

El síndrome de fatiga crónica altera la calidad de vida de la persona que la sufre, dado que su sintomatología, que altera tanto a la función motora como a la cognitiva, interfiere en muchas actividades básicas y dificulta el normal desenvolvimiento cotidiano. 

  • FAMILIARES. Las relaciones familiares de una persona que sufre el síndrome de fatiga crónica se ven limitadas ya que en muchas ocasiones optará por el reposo, limitando el contacto. 
  • SOCIALES. Los síntomas de la fatiga crónica pueden impedir muchas actividades sociales como la práctica de algún deporte o salir a caminar. 
  • LABORALES. La fatiga crónica disminuye la capacidad laboral de la persona afectada, por cuanto afecta tanto a su rendimiento físico como mental. 


5. ¿Qué restricciones presenta el afectado para el desempeño de las tareas propias de su profesión?

Según la gravedad y el grado de evolución de la enfermedad, el paciente puede sufrir una alguna de las siguientes repercusiones: 

  • Disminución del rendimiento físico, con la consecuente imposibilidad de llevar a cabo un trabajo que implique exigencias físicas, por livianas que sean, al experimentar un nivel de agotamiento desproporcionado al ejercicio realizado. 
  • Imposibilidad para trabajos que impliquen largos periodos de pie o sentado o para cambios posturales, además de para subir y bajar escaleras o cargar y manejar pesos. 
  • Disminución también del rendimiento mental, con afectación de la función cognitiva y enlentecimiento mental, además de la pérdida de la capacidad de concentración y de mantener la atención, despistes y pérdidas de memoria, sobre todo reciente. 

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