La CIATICA es un dolor que se prolonga a través del nervio ciático, el cual se localiza en la parte inferior de la espalda y se diversifica a través de las caderas y los glúteos hacia las piernas. Cada persona tiene dos nervios ciáticos, y normalmente el dolor afecta solo a uno de ellos.
El dolor que produce la ciática ocurre cuando este nervio está comprimido, ya sea por una hernia discal o por un estrechamiento de la columna, lo que causa, además de dolor, inflamación y entumecimiento de la pierna en la que se produzca. Si es leve, suele resolverse con tratamiento médico y farmacológico, aunque en casos de especial gravedad podría suponer una cirugía, cuando hay una debilidad marcada de la pierna afectada.
El perfil de persona que sufre es muy variado y complicado de definir, ya que es un desgaste óseo y muscular. Sin embargo, entre las causas que pueden provocarla se encuentran las hernias discales, la presencia de tumores o las lesiones y fracturas de la pelvis.
Pueden ser factores de riesgo la diabetes, la obesidad, la profesión que realice la persona afectada, la edad avanzada…
Algunos de los síntomas que puede tener una persona afectada son:
– Dolor, generalmente punzante, desde la parte baja de la columna que se extiende por toda la pierna
– Hormigueo y entumecimiento de las partes del cuerpo afectadas
– Incremento del dolor con algunos movimientos, como los producidos al toser o estornudar
– Incremento del dolor tras mucho tiempo de pie o sentado
– Debilidad muscular
La persona que sufre ciática tiene importantes limitaciones para muchas actividades cotidianas de la vida diaria, debido al dolor punzante que genera y que normalmente se incrementa con los movimientos, por lo que precisará de reposo durante gran parte del tiempo
Los pacientes que tienen ciática pueden tener las siguientes repercusiones:
– Imposibilidad para permanecer mucho tiempo de pie (bipedestación) o sentado (sedestación), para caminar por terreno irregular, para subir y bajar escaleras.
– Dificultad para levantar cargas pesadas o manejarlas, para posturas forzadas, para movimientos repetitivos de columna
– Dificultad para trabajos de precisión debido a la perdida de sensibilidad de los miembros afectados
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