
La TOXICOMANÍA es la enfermedad que deriva del consumo excesivo de una o varias sustancias adictivas. Debido a la dependencia, tanto física como psíquica, que generan, llega un punto en el que la persona afectada necesita consumir una dosis cada vez mayor, llegando a perder totalmente el control. En caso de que deje de consumirse de forma repentina, aparece lo que se conoce como “síndrome de abstinencia”.
El recorrido habitual de las personas que consumen drogas comienza en el consumo esporádico como usuarios, pasando al abuso (drogadicción) y derivando en la toxicomanía.
En el perfil de una persona toxicómana influyen muchas circunstancias de origen muy variado, por lo que establecer un perfil típico es muy complicado, aunque si que es cierto que existen factores comunes que si pueden delimitarse.
Así, por ejemplo, las drogas más consumidas son el alcohol, la cocaína y la heroína, y normalmente generan más adicción en los hombres que las mujeres, siendo la edad más propensa entre los veinte y los cincuenta años. En el caso del alcohol, la mayoría de adictos tienen pareja y pertenecen a un entorno vital y familiar estable y estructurado; sin embargo, en el caso de la cocaína o la heroína suelen ser personas solteras y procedentes de ambientes más desestructurados. En todos los casos, es habitual que sean personas a las que les cuesta establecer límites, con poca tolerancia a la frustración y con unos niveles de ansiedad muy elevados.
Los síntomas que puede experimentar un toxicómano pueden ser físicos o psíquicos.
Dentro de los síntomas físicos, además de los cambios hormonales y del empeoramiento de los órganos que no podrán detectarse sino con pruebas médicas al efecto, existen otros más evidentes como los cambios repentinos en el peso por descuidos en la alimentación, caída de dientes y cabello o algunas heridas consecuencias del consumo (por ejemplo, en la nariz).
En lo que se refiere a los síntomas psíquicos podemos enumerar dificultad para concentrarse, aumento de la irritabilidad y actitud hostil, e incluso episodios de agresividad y violencia, cambios de humor, cambios de la personalidad, disminución del rendimiento físico y mental…
Las personas toxicómanas tienen limitaciones muy marcadas dentro su vida diaria, ya que la adicción ha llegado a un punto en el que no pueden controlarla, aumentado de forma progresiva e inevitable la dosis habitual de consumo y condicionando todo lo que hacen o dejan de hacer a este momento, que se convierte en el eje fundamental de sus vidas.
El paciente puede sufrir una alguna de las siguientes repercusiones:
Completa este formulario y uno de nuestros letrados se pondrá en contacto contigo lo antes posible.
¿Te quedan dudas sobre cómo proceder para conseguir tu pensión por incapacidad?
Trámites
Recursos legales
Contacto