TOXICOMANÍA
Resumen de dolencias y repercusiones
1. Concepto de TOXICOMANÍA
La TOXICOMANÍA es la enfermedad que deriva del consumo excesivo de una o varias sustancias adictivas. Debido a la dependencia, tanto física como psíquica, que generan, llega un punto en el que la persona afectada necesita consumir una dosis cada vez mayor, llegando a perder totalmente el control. En caso de que deje de consumirse de forma repentina, aparece lo que se conoce como “síndrome de abstinencia”.
El recorrido habitual de las personas que consumen drogas comienza en el consumo esporádico como usuarios, pasando al abuso (drogadicción) y derivando en la toxicomanía.
2. Perfil de la persona AFECTADA
En el perfil de una persona toxicómana influyen muchas circunstancias de origen muy variado, por lo que establecer un perfil típico es muy complicado, aunque si que es cierto que existen factores comunes que si pueden delimitarse.
Así, por ejemplo, las drogas más consumidas son el alcohol, la cocaína y la heroína, y normalmente generan más adicción en los hombres que las mujeres, siendo la edad más propensa entre los veinte y los cincuenta años. En el caso del alcohol, la mayoría de adictos tienen pareja y pertenecen a un entorno vital y familiar estable y estructurado; sin embargo, en el caso de la cocaína o la heroína suelen ser personas solteras y procedentes de ambientes más desestructurados. En todos los casos, es habitual que sean personas a las que les cuesta establecer límites, con poca tolerancia a la frustración y con unos niveles de ansiedad muy elevados.
3. ¿Qué síntomas puede presentar un afectado? ¿Cómo se manifiestan?
Los síntomas que puede experimentar un toxicómano pueden ser físicos o psíquicos.
Dentro de los síntomas físicos, además de los cambios hormonales y del empeoramiento de los órganos que no podrán detectarse sino con pruebas médicas al efecto, existen otros más evidentes como los cambios repentinos en el peso por descuidos en la alimentación, caída de dientes y cabello o algunas heridas consecuencias del consumo (por ejemplo, en la nariz).
En lo que se refiere a los síntomas psíquicos podemos enumerar dificultad para concentrarse, aumento de la irritabilidad y actitud hostil, e incluso episodios de agresividad y violencia, cambios de humor, cambios de la personalidad, disminución del rendimiento físico y mental…
4. ¿Qué repercusiones padece?
Las personas toxicómanas tienen limitaciones muy marcadas dentro su vida diaria, ya que la adicción ha llegado a un punto en el que no pueden controlarla, aumentado de forma progresiva e inevitable la dosis habitual de consumo y condicionando todo lo que hacen o dejan de hacer a este momento, que se convierte en el eje fundamental de sus vidas.
- FAMILIARES. Para los familiares de una persona toxicómana es muy complicado entender que lo que le tiene es una enfermedad, ya que verdaderamente no puede controlar la ingesta de drogas, lo que puede tener consecuencias muy complicadas en el entorno familiar, además de que las que pudiera producir el síndrome de abstinencia.
- SOCIALES. La enfermedad llega a un momento en el que la participación social del afectado es inexistente, teniendo al aislamiento. Esto ocurre porque habitualmente renuncian a algunas actividades de ocio que antes realizaban, a lo que debe sumársele la pérdida monetaria que la adicción supone.
- LABORALES. Las personas toxicómanas pueden perder el trabajo con mucha facilidad, tanto por acudir tras haber consumido a su puesto de trabajo, con el riesgo y la ausencia de rendimiento que supone, como por ausencias injustificadas para hacerlo.
5. ¿Qué restricciones presenta el afectado para el desempeño de las tareas propias de su profesión?
El paciente puede sufrir una alguna de las siguientes repercusiones:
- Falta de capacidad de concentración y de atención, lo que unido al desinterés que pueden mostrar por algunas actividades dificultaría enormemente el desempeño de cualquier tarea, ya sea relacionada con el trabajo o con el hogar o cuidado de la familia
- Disminución del rendimiento, tanto físico como mental, así como enlentecimiento de las capacidades motoras en general.
- Dificultad para poder cumplir con un horario o rutina de trabajo, debido a una alteración general de los ritmos vitales.
- Problemas de memoria, haciendo imposible que pueda desarrollar un trabajo de una manera diligente
- Imposibilidad para desarrollar un trabajo en el que deba permanecer cara al público, tanto por la notoria afectación de su estado físico, habitualmente desaliñado, como por los cambios de humor que pueda experimentar
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