TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR

Resumen de dolencias y repercusiones

1. Concepto de TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR

La depresión es un trastorno del estado de ánimo que provoca un sentimiento de tristeza o pérdida de interés constante que interfiere en la vida diaria y se mantiene durante un periodo largo de tiempo. Produce alteraciones en el comportamiento, el grado de actividad y el pensamiento. 

2. Perfil de la persona AFECTADA

Las personas con rasgos de personalidad obsesiva, hábitos ordenados, y siendo meticulosas y perfeccionistas, pueden llegar a desarrollar una depresión situacional. En la que la persona experimenta una depresión a corto plazo como consecuencia de cambios vitales notables e imprevistos. Aparece con más frecuencia en personas mayores de 45 años y sobre todo en mujeres, que son hasta dos veces más propensas que los hombres a la depresión. Alguna de las causas que propician la depresión en las mujeres son la pubertad, los problemas premenstruales, el embarazo, la depresión postparto, la perimenopausia y menopausia, y otras circunstancias de la vida y la cultura.

También es más frecuente entre los familiares de primer grado (sobre todo gemelos) de las personas con depresión. Las situaciones complicadas desde un punto de vista emocional, como el duelo por un ser querido, pueden desencadenar una depresión, pero normalmente en personas predispuestas a sufrirla. Sin embargo, la depresión también puede aparecer o empeorar sin que concurra ningún factor significativo.

3. ¿Qué síntomas puede presentar un afectado? ¿Cómo se manifiestan?

Alguno de los síntomas que puede mostrar una persona con depresión son: 

  • Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza
  • Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia
  • Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes
  • Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado.
  • Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor
  • Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso
  • Ansiedad, agitación o inquietud 
  • Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
  • Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches
  • Dificultad para pensar, concentrarse y tomar decisiones y recordar cosas
  • Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, ideaciones o intentos suicidas o suicidio
  • Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza

4. ¿Qué repercusiones padece?

Para las personas con depresión, los síntomas causan problemas evidentes en la mayoría de actividades cotidianas, como el trabajo o la formación, además de en actividades sociales o relaciones con otras personas, alejándolas de una vida normal y saludable. Así, tienden al aislamiento, la soledad, el encamamiento, la apatía o falta de interés y motivación por la realización de actividades de ocio o de otro tipo. También suelen tener bajos niveles de energía, a causa del insomnio y del mal descanso nocturno, y pueden desarrollar problemas alimenticios. 

  • FAMILIARES. Las personas con depresión generalmente se distancian del entorno familiar, ya que su sintomatología causa irritabilidad y tiende a evolucionar al colapso. 

     

  • SOCIALES. Los síntomas de la depresión suelen ser incompatibles con las relaciones sociales, tanto por el cansancio como por la apatía, dando lugar al aislamiento casi absoluto de la persona. 
  • LABORALES. Hay una merma muy significativa de las capacidades laborales, a consecuencia de la falta de concentración y atención, así como el desinterés, la falta de motivación, la apatía o la sensación de cansancio que caracteriza esta dolencia.

5. ¿Qué restricciones presenta el afectado para el desempeño de las tareas propias de su profesión?

El paciente puede sufrir una alguna de las siguientes repercusiones: 

  • Falta de capacidad de mantener la concentración y la atención, continuidad en la realización de tareas, y de mantener una atención focalizada que permita finalizar las tareas en un plazo razonable, que puede extenderse de la misma manera a las tareas de casa.
  • Falta de capacidad para adaptarse a los cambios, la toma de decisiones, la planificación de tareas, la interacción con compañeros y jefes, las situaciones estresantes que puede reflejarse en forma de retraimiento, evitación de situaciones y aparición o exacerbación de los síntomas.
  • Falta de capacidad para relacionarse con el entorno, manejo de la información general, uso del teléfono, relaciones sociales y comportamiento con el entorno, aspecto físico.

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