Incapacidad Permanente Total por problemas de salud mental

Los problemas mentales pueden ser reconocidos como una Incapacidad Permanente Total y, en el siguiente caso que vamos a exponer, fue una de las razones principales.

El trabajador tenía un “episodio depresivo con trastorno de la personalidad. Lumbalgia. Posible síndrome de apnea de sueño en estudio”. Tras finalizar el periodo de baja médica, y sin mejoría alguna, decidió comenzar un proceso para obtener la Incapacidad permanente total. La ayuda de un abogado especializado fue crucial para que se le reconociera su enfermedad crónica que no le permitía continuar con su trabajo habitual como peón de construcción. El resultado fue positivo, una pensión vitalicia del 75% de su base reguladora por su Incapacidad Permanente Total.

Esta sentencia favorable al trabajador se falló en el Juzgado de lo Social Nº6 de Oviedo.

Migraña crónica, causa de una Incapacidad Permanente Total a un ganadero

Tras la negativa del Instituto Nacional de la Seguridad Social a una prestación de Incapacidad Permanente por parte de un trabajador de ganadería, decidió acudir a los juzgados para defender su caso para, posteriormente, reconocer una Incapacidad Permanente Total y su correspondiente pensión.

El trabajador presenta un diagnóstico con “Síndrome subacromial. Raquialgias. Sd. QT corto tratado con DAI. Migraña crónica. Hipotiroidismo”, por lo que inició el trámite de incapacidad temporal derivada por enfermedad común.

Tras la preparación de la documentación necesaria y solo cinco meses después de la decisión del INSS, el trabajador acredita que su dolencia y secuelas no son compatibles con su oficio de ganadero ya que requiere de mucha carga física. Además, el trabajador lleva implantado un DAI y eso le obliga a evitar fuentes de energía electromagnética, actividad física fuerte y situaciones de riesgo. Por último, un DAI le impide renovar su permiso de conducir. Finalmente se aceptó la petición de Incapacidad Permanente Total y con su correspondiente pensión vitalicia por enfermedad común.

Esta sentencia favorable al trabajador se falló en el Juzgado de lo Social Nº1 de Oviedo.

Incapacidad Permanente Total reconocida a un mecánico

Un nuevo caso donde el Instituto Nacional de la Seguridad Social deniega la solicitud de Incapacidad Permanente Total y se tuvo que acudir a los tribunales para acreditar las secuelas ocasionadas por la lesión.

El trabajador decidió reclamar una Incapacidad Permanente Total causada por una Lumbalgia secundaria a espondilolistesis grado I tras una haber si intervenido quirúrgicamente y seguir teniendo dificultades para el movimiento. Además, se incluye una resonancia magnética donde se puede comprobar una degeneración discal L5- S1 con pequeña protrusión con retrolistesis. Episodio depresivo moderado.

Con la presentación y orientación correctas, el damnificado por lumbalgia pudo acreditar las secuelas y la incapacidad de ejercer su trabajo habitual que consistían en labores biomecánicas. Efectivamente, fue imposible reincorporarse a su puesto de mecánico pese a que se sometió a una operación médica para eliminar o mitigar el dolor, nunca para recuperar la capacidad funcional. Tras presentar toda la documentación necesaria al juzgado, se reconoció una Incapacidad Permanente Total por enfermedad común con una pensión vitalicia.

Esta sentencia favorable al trabajador se falló en el Juzgado de lo Social Nº1 de Oviedo.

Disc Jockey obtiene la Incapacidad Permanente Total

El Instituto Nacional de la Seguridad Social tiene la labor de revisar los casos incapacidad permanente. En el caso de que vamos a comentar más adelante se decidió retirar la pensión, por lo que se defendió posteriormente.

 

El caso a comentar es una incapacidad permanente total cuya profesión habitual es la de Disc Jockey -o pinchadiscos-. El trabajador sufrido una fractura del tercio proximal de húmero izquierdo. Según la valoración realizada por un médico, se determinó que la situación del trabajador había mejorado para poder volver a realizar su oficio habitual. Se pudo acreditar que no solo no había mejorado la lesión, sino que se había agravado y, por ende, se reconoció nuevamente la incapacidad permanente total.

 

Ahora la persona disfruta de una pensión vitalicia del 55% de su base reguladora además de poder trabajar en otros trabajos siempre que su lesión lo permita. Es lo que le corresponde por derecho al ser catalogado como incapacidad permanente total.

 

Esta sentencia favorable al trabajador se falló en el Juzgado de lo Social Nº1 de Oviedo.