Los problemas psicológicos o psíquicos pueden ser la causa de una Incapacidad Permanente Absoluta. En este caso el Tribunal Superior de Justicia de Asturias aprobó la Incapacidad Permanente Absoluta a una dependienta de una panadería. El Juzgado de lo Social ya fallo en favor de la trabajadora, sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia revocó la sentencia y sentenciando como Incapacidad Permanente Absoluta.
El diagnóstico de la trabajadora recogía un trastorno depresivo recurrente, trastorno de pánico con agorafobia y trastorno mixto de la personalidad. Tuvo que pedir la baja por todas estas dolencias y la nula mejoría le llevó a iniciar el procedimiento legal para conseguir una incapacidad. Con ayuda legal profesional, logró la Incapacidad Permanente Total para su trabajo de dependienta. Quedaba claro que sus dolencias interferían en su labor diaria ya que tenía que relacionarse con los clientes y proveedores.
Finalmente, la trabajadora percibe una pensión vitalicia del 100% de su base reguladora por su Incapacidad Permanente Absoluta.
Esta sentencia favorable al trabajador se falló en el Juzgado de lo Social.